Una hora 20 MINUTOS

Muy bien, pues estamos de vuelta. Es un verdadero placer poder escribir para todos ustedes, luego de algunos meses inactivo debido a una FUERTE carga laboral.

Iniciemos con el concierto al que asistí el vienes pasado en el Auditorio Nacional: Zoé.

Todo inició en el punto de la semana que más disfruto, al igual que muchos de ustedes, la tarde del viernes cuando estoy apagando mi Frankenstein informático, o sea mi vieja computadora G4 armada con partes de otros equipos más viejos pero que según sirve de poca madre.
Para empezar, andaba medio estresado porque como ustedes muy bien saben, Reforma es un desmadre y era día de Informe Presidencial (o el patético y penoso bodrio que hubo). Me dijeron que el Metro Auditorio estaría cerrado, pero para mi sorpresa no era así. En cuanto vi la oportunidad de ahorrarme una caminadota de la estación Polanco, sin dudarlo la tomé. NO PUEDE SEEEER!!!! Me encontré con un olor nauseabundo a orines y pañales olvidados tan cabrón, que hasta los pinches ojos me lloraron. Me pregunto si tendrá algo que ver con los sinquehacer que están viviendo en la avenida. Quien sabe.
Lo primero que hice al llegar al Auditorio fue dirigirme con mis acompañantes al área del bar, la verdad ni siquiera me di una vuelta por el mercado Expo Zoé que estaba a las puertas del inmueble jaja, casi venden muñequitos con la cara de esos weyes…
Evidentemente hice lo propio, unas cervezas (Corona) para calentar motores, ya saben, platicando del concierto del mismo grupo pero el miércoles, durante un evento organizado por un canal de videos mexicano donde sale un wey pelón que me caga la madre (el pobre pendejo cuando va a presentar un videoclip se pone a dar caratazos a la tele jaja).

El show inició con el segundo sencillo de su disco Memo Rex Commander y el corazón atómico de la Vía Láctea: No me destruyas; le siguió Vía láctea.

“Llegó el primer invitado de la noche”, dijo León Larregui (que habla de la chingada en vivo!!! Jajaja) cuando invitó al escenario al integrante de Fobia, Paco Huidobro, con quien interpretaron Memo Rex, Vinyl y Frío.

Después llegó Quique Rangel, de Café Tacvba, a interpretar Rockanlover (en una versión más pacheca según dijo su vocalista).

Posteriormente sube al stage (muy ovacionado) Chetes, para ejecutar Love (fue su productor).

La última canción de la noche fue Soñé, de la cinta Amar te duele. Se escuchó muy chingona.

"Gracias por haber venido. Con su buena vibra, de repente parece que el mundo de allá afuera hubiera dejado existir. Gracias por tanta buena onda y amor!!!".
Dijo el vocalista al terminar su participación.

En lo personal, Dead sonó cabrón. Creo que fue un gran concierto para una banda como Zoé, que lleva más de diez años de carrera. Aunque no lo crean es muy complicado tocar en el Auditorio, ya que sólo le apuestan a cantantes de otros géneros. Ojalá que no se pierdan en el camino, talento se les nota. Me gusta lo que hacen y creo que le van a hacer mucho bien al rock mexicano, sobretodo en estos tiempos donde la calidad interpretativa escasea y el mal gusto se puso de moda.

Hasta la próxima.

Yunuel